Las Ondas de Choque son una herramienta valiosa en la fisioterapia deportiva, proporcionando alivio rápido del dolor y restaurando la movilidad en los tejidos afectados. Como terapia no invasiva, minimiza el dolor y es ideal para acelerar la recuperación y tratar una variedad de lesiones que causan dolor agudo o crónico.
¿Cómo funcionan las Ondas de Choque?
Las Ondas de Choque son ondas acústicas que transportan una gran cantidad de energía a los puntos de dolor y tejidos. Esta energía fomenta la regeneración y los procesos de reparación de huesos, tendones y otros tejidos blandos. Estas ondas se distinguen por su alta amplitud de presión y corta duración.
Efectos terapéuticos que generan
Las ondas acústicas de alta energía utilizadas en las Ondas de Choque interactúan con el tejido, produciendo efectos médicos generales de reparación acelerada de tejidos, crecimiento celular, analgesia y restauración de la movilidad. Todos estos procesos se utilizan típicamente de manera simultánea para tratar condiciones crónicas, subagudas y agudas.
Estimulación de la producción de colágeno
La producción de colágeno en cantidad suficiente es una condición previa necesaria para los procesos de reparación de músculos, huesos y ligamentos. La aplicación de Ondas de Choque acelera la síntesis de colágeno, además, las fibras de colágeno recién formadas se vuelven más densas, rígidas y forman una estructura más resistente.
Formación de vasos sanguíneos
El flujo de nutrientes en la sangre es esencial para la reparación de tejidos lesionados. La aplicación de Ondas de Choque crea micro-rupturas capilares en tendones y músculos, lo que renueva y forma nuevos vasos sanguíneos, incrementando el crecimiento. Estos nuevos vasos mejoran el suministro de sangre y la oxigenación del área tratada, lo que acelera la curación del tendón, hueso y músculo.
Reversión de la inflamación
La inflamación crónica ocurre cuando la inflamación no se controla, dañando el tejido sano y resultando en dolor crónico. La aplicación de Ondas de Choque estimula la producción de sustancias que controlan esta actividad.
Las indicaciones comunes incluyen: dolor en el hombro, epicondilitis, dolor de espalda, dolor en el tendón de Aquiles, tendinitis rotuliana y puntos gatillo.
